Los nacidos el 3 de septiembre son individuos que cuentan con una determinación remarcable, una cualidad que quienes no les conocen bien pueden no valorar hasta que se produce una situación de conflicto. En términos generales, prefieren adoptar un enfoque más delicado y conciliador, en la creencia de que con la comunicación se consigue más que con el combate. Este estilo personal puede resultar muy efectivo si bien es posible que las personas de su entorno lo infravaloren o malinterpreten su voluntad de hierro.
Están dotados con una mente aguda e independiente, así como con un muy desarrollado sentido de la justicia y el juego limpio, y con grandes habilidades técnicas y organizativas. Su deseo de alcanzar la excelencia les conducirá al éxito en los planos personal y profesional. Aunque todo en su persona refleja su afán de perfección, su estilo fácil, espontáneo y natural facilita en gran medida su relación con los demás.
Cumplidos los diecinueve y durante los treinta años siguientes, estos individuos adquirirán progresivamente una mayor conciencia de la importancia de las asociaciones y las relaciones personales. Sus capacidades creativas también se incrementarán durante este periodo, y es muy posible que el trabajo que realicen se avance a su tiempo. Desafortunadamente, no siempre podrán identificar o expresar con claridad sus objetivos e ideales, dando por hecho que los demás están en la misma onda que ellos cuando lo cierto es que no. Así las cosas, tomarse tiempo para simplificar y explicar claramente sus pensamientos o sus métodos será de vital importancia. Luego de cumplir los cuarenta y nueve, alcanzan un punto de inflexión que se resuelve con una mayor necesidad de cambio, transformación y poder personal.
Sin embargo, a lo largo de toda su vida, si logran desarrollar la confianza en sus capacidades y superan el miedo al fracaso entendiendo que ningún fracaso es fracaso si se aprende algo de la experiencia, seguramente combinarán sus ideas novedosas con su voluntad de hierro y su atractivo natural, no sólo para eclipsar a los demás sino para erigirse en influyentes agentes de progreso.
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