Las personas que nacieron el 27 de octubre son individuos muy emocionales. Tienden a reaccionar de manera instantánea y espontáneamente ante cualquier persona o situación. Actuar por impulsos forma parte de su naturaleza, siendo así que su capacidad para excitar y galvanizar a los demás con la intensidad de sus emociones les proporciona un enorme potencial para liderar y motivar a la gente.
Es casi imposible ignorar a estos individuos. Nada disfrutan más que expresar sus pensamientos y sentimientos, así como influir y dirigir a las personas que les rodean. No cabe duda de que tanto sus decisiones como sus opiniones responden a una pulsión emocional, aunque esto no significa que no cuenten con el cerebro, el sentido práctico y las habilidades comunicativas necesarias para hacer realidad sus objetivos. Una vez que sienten algo que excita su imaginación, no habrá nada que pueda detenerles.
A la vista de su naturaleza impulsiva, no sorprende que estos individuos sean propensos a los cambios de humor y los vaivenes emocionales intensos, algo muy recurrente en su vida. Una de las razones de esta imprevisibilidad se encuentra bajo su apariencia expresiva y extra-vertida, donde descubrimos un lado frágil y vulnerable que simplemente no recibe el alimento y el respeto que necesita. Esto es particularmente cierto cuando lo que más les importa es conseguir la aprobación de los demás. Así las cosas, es extremadamente importante que trabajen para consolidar su autoestima, y que aprendan a escuchar la intuición dado que su sabiduría interior les avisará sutilmente cuando sus emociones estén bloqueando todo su potencial para atraer la felicidad y la suerte.
Antes de los veinticinco años de edad, la impulsividad emocional que caracteriza a las personas que nacieron este día se verá acentuada. Ahora bien, cumplida esa edad, es probable que estos individuos se vuelvan menos sensibles, más independientes y aventureros. En cualquier caso y tengan la edad que tengan, siempre seguirán los dictados de su corazón antes que los de su cabeza, y sentirán con mayor intensidad que el resto de la gente. Así pues, la clave de su éxito radica en que aprendan a dirigir su intensidad emocional y su energía positivamente, de manera que no sólo galvanice sino que ilumine su vida y la vida de su semejantes.
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