La mujer Libra posee una exquisita y particular personalidad. Su temperamento será siempre tranquilo y pacífico, pero su alma es un torbellino. Es muy emotiva, capaz de llorar cuando algo la conmueve. Pero no es agresiva, se contiene, pues teme molestar a sus semejantes con su actitud. Cuando la veas triste y melancólica debes estimularla, pues sin tu ayuda difícilmente pueda salir adelante -no por débil- sino porque es muy influenciable.
También es capaz de influenciar a los demás: solapadamente domina al público sin que nadie se dé cuenta. Su oratoria es convincente, tanto, que puede hacerle creer a su esposo, profesional, que ella está a la altura de las circunstancias sin ningún título bajo el brazo. Oculta su propia inseguridad mostrándose evasiva y contradictoria. Esta mujer puede ser diosa y demonio al mismo tiempo.
La mujer que sabe amar tan bien posee cejas poco pobladas, enmarcando sus ojos que, por lo general, son almendrados y claros. Lo que define su sensualidad es su boca, bien dibujada y carnosa. Sin ser tentadora, posee una boca insinuante. Magnetiza tus sentidos, desprejuiciándote, pero sin perder la cabeza.
Libra se presenta en infinidad de fiestas sociales nocturnas, encantando a quienes la conocen. Es un ser vulnerable, con gran cantidad de enamorados a quienes apoya, sin decidirse a cortar con uno para amar a otro.
El amor por la estética la lleva a elegir profesiones como diseñadora de indumentaria, maquilladora, peluquera, profesora de gimnasia modeladora, vidrierista, y cantante. En cuanto a las tareas intelectuales, existen muchísimas abogadas Libra especializadas en problemas matrimoniales. Son ellas quienes tratan de poner toda su energía en recomponer la pareja en crisis. Esto también lo ponen en práctica en su vida privada y así logran hacer durar su propio matrimonio, pues no soportan rupturas.
Si pretendes conquistar a una mujer Libra, no creas que por que te demuestre simpatía puedes atraparla fácilmente; se te escapará ni bien tú empieces a ilusionarte con que ya la tienes, convencido porque te mira atentamente como escuchando y entendiendo todo lo que le dices. Nada más lejos de ello. Ella precisará darse un margen para tomar decisiones y conversar mucho…, mucho… Pero no le des dos opciones, porque no se decidirá nunca más.
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