Piscis y su salud

No es casualidad que los pies, regidos por el signo de Piscis, sean los que deberán cumplir la función de soportar el peso del cuerpo o el dolor de la Humanidad. En ellos se pueden encontrar las diferentes partes del cuerpo humano así como también todos sus órganos. La disciplina que estudia este tema se denomina reflexología y fue creada hace más de mi años por los orientales.

Piscis es el signo que rige los pies y los tobillos, la fibrina que coagula la sangre, y la linfa. Las enfermedades más comunes que pueden padecer los Piscis, son los trastornos en los que interviene la difusión capilar y linfática, los procesos biológicos de ósmosis y todo lo que se relacione con los fluidos corporales, que son los que, generalmente, se difunden a través de la membrana celular.

Piscis interviene en todas las enfermedades que tengan que ver con intoxicaciones o de aparición poco clara. En esto último no podemos dejar de relacionar al planeta regente de Piscis, Neptuno, el mayor disgregador.

Neptuno genera confusión en donde se encuentre y, si se trata de enfermedades, éstas serán de diseminación solapada, como lo es el sida o las enfermedades infecciosas en las que el agente invasor penetra sin que nos demos cuenta. Tampoco es casual que sea Piscis el signo de los dos peces, uno nadando hacia la individualidad y el otro hacia la universalidad en donde se diluye el ego y podemos sentirnos parte del todo.

¿Cómo se puede transitar este pasaje sin atravesar un valle de sufrimientos? Piscis sufre por todo y por todos.

Este padecimiento emocional lo lleva a depresiones, bajones anímicos y a somatizaciones.

Piscis es opuesto a Virgo, el signo de la somatización, y, por acción refleja, puede somatizar con trastornos intestinales, problemas de origen emocional. En Piscis, signo de agua, todo fluye y lo que no, genera distintas dolencias. Podemos encontrar afecciones en los pies como el Hallus valvus o «juanete», deformaciones, tumores e hidropesía. Neptuno favorece las enfermedades de origen psíquico más que fisiológico: letargo, catalepsia, sonambulismo, trastornos del sueño, éxtasis, adicciones, somnolencia, alucinaciones, enfermedades intestinales crónicas y, por ende, mala nutrición.

En los piscianos la sensibilidad está amplificada. Son vulnerables, desordenados y viven en un tiempo distinto al cronológico. Es por ello, que los niños de Piscis suelen ser vistos como las víctimas de la familia y lo que ocurre realmente es que son los emergentes de la problemática familiar, los chivos expiatorios del grupo que denuncian los trastornos vinculares, enfermándose.

Alimento espiritual

A los Piscis les atrae la comida relacionada con filosofías orientales. No es muy afecto a las comidas, pero suele calmar su angustia con golosinas. En una reunión social, se suele distinguir al nativo de este signo rápidamente: estará ayudando a servir junto con el dueño de casa, un Virgo, y él será el último en sentarse a la mesa. Es capaz de quedarse con la porción más pequeña con tal de que no le falte a los otros y, si fuera necesario, es posible que se quede sin comer.

Se dará cuenta enseguida de las distintas reacciones o cambios anímicos de los invitados: si se sintieron incómodos, desplazados, agredidos, y sufrirá junto con ellos. Piscis, el último signo zodiacal, no puede dejar de sufrir. Si quieres saber cómo funciona la fiesta, observa a Piscis. Es un buen indicador de la atmósfera de la reunión y si lo ves apesadumbrado es porque la fiesta ha resultado un fracaso. La comida que, por excelencia, representaría a Piscis es la olla popular. Para los peces, todos somos los mismos y debemos comer de lo mismo.

Dar a los necesitados todo lo que puedan ofrecer y asistirlos socialmente es tarea de los Piscis. Pero ¡ojo! Piscis, es necesario no fundirse con el dolor de los otros para no vivir disociados y así prestar verdaderamente una buena ayuda a los demás.

Signo Piscis