La mujer Piscis

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Eva Longoria es del signo Piscis

Es esa mujer vestida de seda, que por las mañanas anda por el supermercado perfumada con una fragancia francesa, mostrando un glamour indefinido. Ella quiere mostrar con toda su belleza, porque es algo vanidosa, pero guarda celosamente su alma para su amado.

Todas las circunstancias de su vida se tiñen con el color del amor. Si la amamos, podrá ser nuestra secretaria, nuestra enfermera, nuestra vendedora, nuestra amiga, amante, esposa, etc.
Su memoria funcionará a través del afecto.

De lo contrario, parece que no registra nada. Aunque no esté preparada para vivir en este chato y monótono mundo, posee suficiente sabiduría, más que otros, para vivir sin complicaciones. Si no consulta con los astros, levanta el gran caracol que tiene en su mesa de cristal, se lo pone en la oreja y escucha el mensaje del mar. Sabe entender las cosas que le dice la Naturaleza.

Una pisciana nunca nos exigirá que la llenemos de lujos para poder vivir. Le gusta la vida sencilla. Eso sí, debemos ocuparnos de no avasallar sus sueños y nunca olvidar un aniversario.

Puede ser que no esté conforme con nuestros defectos, pero nos querrá igual, aunque no seamos el ideal que siempre añoró tener a su lado. En cuanto al tema familiar, tengamos por seguro que cree que, cuando se casó, también lo hizo con la familia de su marido. Es que ella querría estar rodeada por todos, así no pierde uno solo de sus afectos.

Es celosa, pero no lucha como una leonina por su amor. A veces se deja estar, por no saber qué hacer, y llora, después, por el bien perdido. Si bien la pisciana tiene mucha paciencia, no sabemos por qué un buen día se fue y nos dejó sin dar la más mínima explicación.

Puede superarnos en muchas cosas, pero posee suficiente modestia y humildad para no hacernos sentir mal cuando los chistes que le relatamos son desabridos y demasiado largos. Ella siempre los festejará.

La zalamería es otra de las armas piscianas para conquistar a cualquiera. Si finge indiferencia por alguien, es resueltamente porque lo desea. La simulación es otra de sus trampas. No todos están capacitados para conmover a una mujer Piscis desde la sensualidad.

Sus tiempos son muy lentos y para brindarse necesita amarnos profundamente. No es de las que se fijan si ganamos mucho o poco dinero, o si poseemos suficiente abolengo como para pavonearse con sus amigas.

Ella necesita sentirse protegida de otra manera. Necesita fascinarse con alguien y entonces revelar su sumisión a través de un amor platónico. Esto no quiere decir, sin embargo, que puedan intimidarla las bravuconadas de Leo o de Aries.

Ella será muy sensible a las manifestaciones machistas. Es más, lo justificará frente a sus amigas como una característica bien masculina. Al principio le divertirá este juego, pero en cuanto se sienta manipulada, podremos advertir lo que significa ser regañado con clase.

La mujer Piscis, no es muy afecta al trabajo común de todos los seres, puesto que ella considera que vivir ya es trabajo suficiente, y si tiene quien lo haga por ella, tanto mejor. Esto no la priva de hacer lo que le gusta, especialmente cuando de eso depende su subsistencia. Elegirá trabajos que le proporcionen paz e imaginación.

Las tareas artísticas le apasionan, así como aquellas actividades en las que pueda demostrar su capacidad de sacrificio.

Puede ser monja, protectora de animales, enfermera y no le costará renunciar a su vida privada y afectiva para lograrlo. Generalmente, necesitará el impulso ajeno para funcionar, salvo que en su Carta Natal existan fuertes elementos que puedan elevarle su ambición.

Como secretaria será la más reservada. Como ama de casa, limpia casi hasta la manía. Puede desempeñarse trabajando en la rama de las ciencias, en psicología o también en la parapsicología o la astrología. Todo lo oculto está en la mira de la mujer Piscis.

De niña era aquella que disfrutaba de su mundo solitario, casi en otra dimensión, aparentemente ausente pero absorbiendo como una esponja todo lo que ocurría en el seno de su familia.

Gracias a su capacidad de observación, y también por medio de sueños premonitorios, lograba adelantarse a los hechos. Era esa niña capaz de saber lo que significa enamorarse aun con sólo unos pocos años. Era la más mimada o porque siempre se enfermaba, o por saber ganarse el cariño de todos. También hostigada y siempre sufrida, era la que prestaba todos sus juguetes.

Signo Piscis