Leo y el Nuevo Milenio

Todos los seres disponen de energía para gobernar sus pasiones. En el camino de la evolución, siempre hay obstáculos que vencer. Las fieras deberán enfrentar a sus propios monstruos, el reflejo salvaje del yo. El Leo se comportará como un rey destronado. Rebelde, no aceptará las limitaciones y llevará sus acciones al extremo.
Aunque sus ideas parezcan tener un objetivo fijo, no será consecuente con ellas. Puede llegar a promover la infidelidad en el matrimonio, despreciando lo convencional y dejándose arrastrar por la pasión, antes que por la razón. Vivirá transgrediendo las reglas, sin hacer caso de la historia pasada e ignorando las consecuencias para el futuro. Oponiéndose a todo, puede llegar a perder el respeto de los demás, pues no se respetará ni a sí mismo. El leonino será el gozador de la época y competirá por ser el más excéntrico.
Tal vez pase mucho tiempo antes de que leo comprenda que lo singular sólo se renueva en lo universal. Sin embargo, si se lo propone, logrará frenar sus impulsos.

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