El empleado Géminis

Si buscamos como empleado a alguien que logre vender aquella mercadería «invendible», como esas pulseras magnéticas que curan hasta la caspa, o arbolitos de Navidad en Afganistán, Géminis es el apropiado.
Tiene múltiples virtudes. Entre ellas, se destaca su capacidad de persuasión; la usa hasta para convencernos de que llegará tarde todos los miércoles porque no se puede perder su clase de aikido. Nos venderá que es parte de su estrategia para las ventas cuando ya se le acaben otras excusas.
Ni bien sepa que en otro trabajo se paga mejor, no tendrá ningún problema en largarse, sin echar de menos a sus buenos amigos o a la noviecita que supo conquistar, con tal de cambiar rápidamente de rumbo.
Si, en cambio, se queda, será porque lo hemos ascendido e hicimos caso a todos sus requerimientos. No necesitamos explicar nuestras ideas para que este «iluminado» nos comprenda. Luego de captarnos «al vuelo», resolverá los problemas con la rapidez de una ardilla, mientras sus compañeros tratan de descifrar el mensaje..
Géminis necesita escaparse de vez en cuando a respirar un poco de aire. Necesita disponer de un tiempo, sin imposición de horarios ni convenciones.

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