En su mayoría, las personas que nacieron el 8 de septiembre tienen na visión de la vida blanca o negra. Dicho esto, sorprende constatar que, si bien los demás reconocen rápidamente su superioridad intelectual, estos individuos suelen parecer muy complicados o enigmáticos. Esto se debe a que en lugar de mostrar su verdadera naturaleza, los nacidos en esta fecha suelen adoptar la identidad de la causa o el grupo que representan.
Con su fuerte determinación a la hora de conducir a los demás por el camino correcto, y sus excelentes habilidades comunicativas, se ganan el respeto de las personas de su entorno, aunque no necesariamente su afecto. En cualquier caso, pueden surgir problemas —y esporádicamente la confrontación— cuando los demás no están de acuerdo con sus opiniones. Tan convencidos están de la superioridad de sus conocimientos o méritos que frecuentemente desdeñan los puntos de vista alternativos o discrepantes. Esto no sólo les granjea enemigos sino la reputación de ser estrechos de miras. Así las cosas, es crucial que tomen conciencia del efecto negativo que su actitud superior tiene en los demás, aun en aquellas personas cuyos intereses apoyan o promueven con pasión.
Entre los catorce y los cuarenta y cinco años de edad adquirirán progresivamente una mayor conciencia de la importancia de las relaciones sociales y desarrollarán su capacidad creativa. Pueden ser años muy dinámicos, especialmente si aprenden a ser un poco menos autoritarios y un poco más sensibles con los demás. Cumplidos los cuarenta y cinco, su vida experimenta un giro del que salen con una mayor conciencia de su persona. En este periodo ponen el acento sobre el poder, la intensidad y la transformación personal. Durante estos años, y de hecho durante toda su vida, es muy probable que ejerzan roles de liderazgo o que se integren en un grupo de liderazgo.
Para su crecimiento psicológico nada será más importante que trabajar la tolerancia, porque si bien normalmente saben qué es lo mejor para los demás y para el mundo en su conjunto, es posible que los demás o el mundo todavía no estén preparados para oírlo.
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