Signo Sagitario: nacidos el 28 de Noviembre

Los individuos nacidos el 28 de noviembre son espíritus libres con sed de conocimiento. Son filósofos naturales que trabajan para ampliar su visión y maximizar sus posibilidades. Son los científicos que nunca abandonan el laboratorio, los compositores y los escritores que trabajan hasta bien entrada la madrugada, y los empleados que se quedan en la oficina hasta muy tarde y olvidan ordenar el caos antes de irse.
Dotadas con una curiosidad innata y hambre de futuro, estas per­sonas tienen tendencia a sobrecargarse de actividades. No sorprende que sean coquetos —con sus ideas y con la gente—, ni que muestren mucho entusiasmo al principio de los proyectos o las relaciones, un entusiasmo que se disipa con el tiempo a medida que profundizan en los detalles o aparecen las rutinas. Es necesario que aprendan que el compromiso y la libertad son dos cosas distintas que no tienen por qué ser incompatibles.
A pesar del ingenio vibrante y la aparente volubilidad de estos individuos, una parte de ellos es más profunda y compleja. Mientras encuentran su camino en la vida, sus emociones sufren altibajos, de modo que es importante que encuentren un amigo en el que puedan confiar y que les recon­forte y oriente cuando se desvíen del camino. Cuando algo les duele, se esconden tras una nube de silencio, de la que finalmente emergen con reticencia y comentarios sarcásticos, pudiendo mostrarse muy hirientes, insensibles y faltos de tacto. Demasiado honestos en el plano emocional como para ocultar sus sentimientos, llámense desilusión, frustración o abu­rrimiento, estos individuos no pueden evitar decir las cosas tal como son.
Es posible que los demás les critiquen por su desorden y sus estados de ánimo variables, pero también es cierto que no son rencorosos y que su desorden siempre es innovador y cre­ativo. Ahora bien, si en verdad quieren conseguir el éxito y el reconocimiento que merecen sus talentos, es necesario que los combinen con dedicación y buenas dosis de disciplina. Por suerte, tras cumplir los veinticuatro años alcanzan un punto de inflexión muy significativo que pone un mayor énfasis en la responsabilidad y en el trabajo que tienen que hacer para lograr sus metas, tan progresistas como imaginativas.

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