Las personas que nacieron el 17 de diciembre tienden a decir exactamente lo que piensan y esperan que los demás hagan lo mismo. En su opinión, el éxito es algo que puede medirse en términos concretos. Como son prácticas y realistas, suelen cargarse de responsabilidades y granjearse la admiración de todos gracias a su honestidad y su capacidad de trabajo.
Dotados con el coraje y la vitalidad necesarios para alcanzar cualquier meta que se marquen, estos individuos son gente de acción y no tanto de pensamiento. Nada les interesa más que los hechos, los resultados y las acciones, en detrimento de los sueños, las teorías y los debates de ideas. Todo lo enfocan en función de si puede o no realizarse o producirse ahora. Así las cosas, esta capacidad para concentrarse sólo en lo que tienen frente a los ojos les permite cosechar resultados verdaderamente espectaculares.
No cabe duda de que los amigos y familiares de estos individuos valoran su sinceridad y su temperamento estable. No obstante, es frecuente que tengan dificultades para relacionarse con los demás. Aunque emplean su innegable capacidad organizativa para mantener el contacto con viejas amistades, por alguna razón no pueden intimar con las personas. Esto se debe, mayormente, a que no entienden que el sentido del humor y la cháchara insustancial son dos variables importantes cuando se trata de romper el hielo o derribar las barreras que separan a las personas. En consecuencia, es importante que aprendan a ser un poco menos serios y que reconozcan que a veces es imposible explicar o clasificar las emociones. Hasta los treinta y cuatro años de edad, estos individuos ponen énfasis en las cuestiones prácticas, así como en la necesidad de ordenar y estructurar su vida. Habida cuenta su tendencia a ser prácticos y realistas, es importante que en este periodo no se tornen demasiado materialistas. Luego de cumplir los treinta y cinco años, su vida experimenta un giro que comporta una mayor necesidad de libertad y la adopción de un enfoque más experimental. Aunque en un primer momento esto podría desorientarles, en última instancia descubrirán que este cambio de rumbo resulta liberador. Por encima de todo, la clave de la felicidad y el éxito será su capacidad para introducir una dimensión espiritual en su vida, toda vez que esto les proporcionará el sentido de certidumbre, verdad, orden y maravilla que siempre han buscado.
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