Las personas que nacieron el 28 de septiembre tienen una personalidad magnética y seductora que atrae a todas las personas de su entorno. Sean más o menos atractivas, son capaces de persuadir a los demás si se lo proponen.
Muchos de ellos buscan la realización personal en los asuntos del corazón, en el goce de los sentidos y en la búsqueda de la belleza en cualquiera de sus formas. Asimismo, son individuos muy imaginativos y sensibles, y sienten un fuerte deseo de aportar armonía y belleza al mundo. Sin embargo, corren el riesgo de creer que esta facilidad para seducir a los demás con su aura interesante y siempre alegre, basta para conseguir el éxito en la vida. Deberían entender que aunque su encanto les ayudará a llegar muy lejos, si quieren llegar hasta el final tendrán que trabajar duro, ser más disciplinados y profundos.
Hasta los veinticuatro años de edad, es probable que estos individuos se centren en construir relaciones personales, pero cumplidos los veinticinco su vida experimenta un giro que realza su necesidad de cambios emocionales, trasformación y poder personal. De cómo respondan a las oportunidades que les ofrezca la vida para cargar su encanto de contenido, dependerá el éxito que puedan conseguir, tanto en el plano personal como en el profesional. Ahora bien, si la emoción de la seducción es la fuerza que domina su vida, su creatividad quedará bloqueada por la pereza y la atracción de lo lúdico.
Estas personas siempre conservarán un encanto considerable, si bien la clave de la felicidad y su realización personal, tengan la edad que tengan, nunca radicará en su carácter seductor sino en su fuerza de voluntad. Esto es así porque cuando puedan hacerse con el control de sus pasiones y dirigir sus energías cabalmente, no sólo seguirán seduciendo a cuantos se crucen en su camino, sino que podrán hacer realidad sus ideales de belleza y armonía, tan estrechamente vinculados con su realización emocional.
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