Cuando una persona nacida el 12 de octubre entra en una habitación, todo el mundo se da la vuelta para mirarla. Esto se debe a que son individuos con una fuerte personalidad y están decididos a hacerse notar. Si expresar sus opiniones en voz alta no funciona, no dudarán en recurrir a tácticas extravagantes para conseguir toda la atención que, a su juicio, merecen. Aunque es cierto que buscan la atención de los demás, también lo es que poseen un gran corazón, tan expansivo como su cabeza, siendo así que sus frecuentes pataletas no sólo persiguen el bien propio sino también el ajeno. Esta curiosa mixtura de generosidad sincera y desenfreno los convierte en unos individuos extremadamente complejos.
Esta peculiar combinación de rasgos del carácter puede manifestarse de maneras muy diversas. En algunos casos, estas personas subordinan su amor por el placer y las sensaciones intensas a su dedicación solidaria, ayudando a los demás de forma harto imaginativa. Otras veces, pueden ser individuos inconformistas con una manera expansiva e inimitable de comprometerse con la vida. Sea como fuere, el hambre de vida es un rasgo muy contagioso y común a todos ellos, así como su deseo de inspirar y vigorizar a los demás con su ejemplo apasionado.
Hasta los cuarenta y un años de edad, pondrán el acento sobre el cambio emocional, el poder y la transformación. Durante estos años, las probabilidades de alcanzar el éxito y la felicidad aumentarán de forma significativa, sobre todo si aprenden a minimizar su necesidad de atención y su afán de provocar reacciones en los demás, y si se enfocan más en sus ideales y objetivos vitales. Cumplidos los cuarenta y dos años, su vida experimenta un punto de inflexión muy significativo que les estimulará a expandir su perspectiva. Es posible, por ejemplo, que se relacionen más con extranjeros o que viajen a otros países, o que cultiven nuevos intereses.
En todo caso, tengan la edad que tengan, la clave de su crecimiento psicológico y su realización personal radica en su capacidad para tomar en consideración los sentimientos de los demás. Una vez que hayan encontrado un equilibrio entre dar y recibir, descubrirán que las reacciones que provocan en los demás trascienden la sorpresa para transformarse en admiración, respeto y, en algunos casos, en asombro.
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