Signo Leo: nacidos el 31 de Julio

Las personas que nacieron el 31 de julio son elocuentes observadores de la condición humana. Siempre parecen estar investigando o escarbando en busca de información, y poseen la capacidad de describir las situaciones y a la gente con perspicacia y una precisión remarcable.

Nada parece escapar a su atención, ni siquiera sus propios errores, que tratan de corregir rápidamente. Sus habilidades para la comunicación son realmente asombrosas. Sus observaciones son acertadas y suelen envolverlas con un fino sentido del humor. Aquellas personas nacidas en esta fecha que se sienten menos cómodas en la interacción social suelen optar por la escritura, la música o las artes visuales para hacer su contribución al mundo, pero, se conviertan o no en artistas, casi siempre poseen un sentido estético muy desarrollado y disfrutan rodeándose con objetos hermosos y gente atractiva.

Su fuerte deseo de explorar, describir y a veces idolatrar algunos aspectos de la existencia humana, combinado con su pensamiento lógico, su tenacidad y su devoción al trabajo, nos indican que son personas con un enorme potencial para hacer grandes aportaciones al conocimiento de la humanidad. Sin embargo, no suelen permitir que sus observaciones les aíslen del mundo que les rodea. Consecuentemente, si en efecto logran un resultado descollante, estarán deseosos de compartir sus pensamientos y sus triunfos.

El trabajo es muy importante para estos individuos; tanto así que en algunos casos pueden entregarse a él de tal forma que dispondrán de poco tiempo que dedicar a sus familiares y amigos. Para sentirse satisfechos en el plano emocional, es necesario que encuentren un equilibrio entre su vida laboral y su vida personal. También necesitan controlar su tendencia al pensamiento negativo.

Sus observaciones de la realidad más cruda y tormentosa de la vida pueden conducirles al pesimismo. Lógicamente, tendrán que cerciorarse de que esto no se transforme en una fuerza destructiva, especialmente entre los veintidós y los cincuenta y dos años de edad, cuando ponen un mayor énfasis en los aspectos prácticos y realistas de la vida. No obstante, si logran preservar su espíritu generoso con pensamientos alegres y con su compasión característica, podrán transformar en realidad sus elevados ideales de belleza y plenitud emocional.

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