Las personas que nacieron el 17 de agosto pueden mostrarse tranquilas y compuestas ante el mundo, pero son como un volcán dormido en cuyo interior arden feroces emociones enconadas. Buscan el éxito de manera incansable y, dado que poseen una voluntad de hierro, bien se ganan una legión de devotos seguidores o bien numerosos enemigos implacables.
Son personas que captan la atención de los demás gracias a su intensidad y autosuficiencia. Por un lado, son del tipo creativo e independiente y poseen una enorme energía; por otro, son pensadores serios capacitados para enfocarse en ideales progresistas y, en algunos casos, peculiares. Esta combinación de vigor, confianza en sus capacidades y objetivos vitales claros garantiza el impacto de cualquier aportación que puedan hacer. Aunque son grandes líderes, estos individuos poseen la resistencia y la determinación necesarias para sobreponerse virtualmente a cualquier revés de la vida. Ahora bien, su naturaleza discutidora y obstinada es su talón de Aquiles. Pueden ser extremadamente agresivos y actuar a la defensiva, siendo así que sus brotes de ira esporádicos aterrorizan a todo su entorno.
Hasta los treinta y cinco años de edad, se centran en resolver cuestiones de índole práctica y en crear una ambiente laboral efectivo. Será en estos años cuando su energía indómita se manifieste de manera más incontrolada y explosiva. Aprender a pensar antes de hablar y actuar, y a escuchar más los consejos de los demás, les ayudará a controlar y dirigir mejor su energía, cosa necesaria para ganarse el respeto de la gente. Cumplidos los treinta y seis años, su vida alcanza un punto de inflexión del que salen más enfocados en las relaciones personales. Durante estos años su ya de por sí poderosa energía creativa, se incrementa notablemente. Es en este periodo cuando demuestran todo lo que valen.
A lo largo de toda su vida el autocontrol es la clave de su éxito. Si logran encontrar maneras de controlar y dirigir sus energías hacia una causa que merezca la pena, cuando su energía volcánica entre en erupción no provocará la destrucción y el caos sino que iluminará, guiará e inspirará a las personas de su entorno.
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