Las personas nacidas el 14 de junio son audaces y sienten un fuerte deseo de controlar las situaciones y a la gente, se trate de familiares, amigos, compañeros de trabajo, o proyectos que necesitan su supervisión. Esta necesidad instintiva y urgente de asumir el control estriba de su capacidad para observar lo que ocurre a su alrededor y detectar rápidamente qué hay que hacer y quién es la persona más indicada para hacerlo.
La confianza suprema que tienen en sus convicciones es consecuencia de su seguridad personal y de su incapacidad para mantenerse al margen cuando hay cosas que hacer. En consecuencia, no sorprende que estos individuos sean líderes dinámicos e inspiradores, si bien su entorno a veces puede percibir sus actos como abruptos y autoritarios. Desafortunadamente, cuando su comportamiento o sus métodos son cuestionados pueden reaccionar con impaciencia o incluso con hostilidad, algo que invariablemente juega en su contra, especialmente en las relaciones personales. Por consiguiente, es importante que hagan un esfuerzo para prever las reacciones que su naturaleza mandona puede generar en los demás.
Hasta los treinta y siete años de edad, suelen centrarse en fortalecer su seguridad emocional, y es importante que durante estos años aprovechen cualquier oportunidad para desarrollar una mayor consideración y conciencia de los sentimientos ajenos. Cumplidos los treinta y ocho años, se adentran en un periodo de mayor fortaleza y confianza en sus posibilidades. Y, puesto que ya cuentan con plena autoconfianza, tendrán que cerciorarse de que su actitud franca y directa no degenere en arrogancia dado que esto les alejaría de los demás.
Por encima de todo, estos individuos poseen opiniones muy claras y tajantes además de una necesidad compulsiva de recurrir a la acción directa para lograr sus objetivos. Están dispuestos a trabajar muy duro y a hacer considerables sacrificios por la gente o por las causas en las que creen. Una vez que aprendan a respetar la sensibilidad ajena, disfrutarán de sobrado potencial no sólo para convertirse en unos supervisores consumados sino para ser líderes y hacer notables contribuciones en la profesión a la que hayan decidido dedicarse con su energía prodigiosa y su poderoso intelecto.
A favor: Persistentes, autoritarios, valientes
En contra: Mandones, conflictivos, abruptos
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