Las personas que nacieron el 15 de noviembre nos hacen pensar, inevitablemente, en lo sorpresivo e inesperado. Suaves y resbaladizos pero con la precisión mortal de una cobra, estos individuos pueden golpear repentina e inesperadamente en la defensa o en el ataque. Estas personas nunca tienen una vida clara y lineal, sino que parece responder a una serie de encuentros imprevistos, desafíos o confrontaciones. Ahora bien, en lugar de desmoronarse bajo tanta intensidad, ellos prosperan y la disfrutan. De hecho, es muy improbable que eviten los retos y el conflicto en cualquiera de sus formas, y una vez que ha estallado la discusión nunca serán los primeros en dar un paso atrás. Se defienden con brillantez y saben detectar el punto vulnerable de su oponente, ya sea en sus argumentos dialécticos o en una situación, rasgo que los convierte en unos enemigos temibles. Asimismo, saben esperar el momento más oportuno para golpear, y cuando lo hacen su sentido de la oportunidad es prácticamente perfecto.
Ahora bien, si algo se les escapa es el hecho de que no todas las circunstancias de la vida son una batalla. Así las cosas, estos individuos pueden recelar o esconderse cuando no es necesario hacerlo, cosa que puede distanciar a los demás o generar negatividad sin motivo que lo justifique. Algunas veces, su amor por el cambio y los desafíos les anima a provocar el conflicto sólo para disfrutar de la «excitación» que éste produce.
Hasta los treinta y seis años de edad su tendencia a correr riesgos aumentará y alcanzará su punto álgido, siendo así que tendrán muchas oportunidades para arriesgarse con mejor o peor fortuna. No obstante, cumplidos los treinta y siete, su vida experimenta un giro significativo hacia un enfoque vital más disciplinado y realista. Sin lugar a dudas, esto supone un avance. En cualquier caso, y tengan la edad que tengan, la inyección de fuertes dosis de optimismo y confianza en sus capacidades para compensar sus tendencias ocultas, les proporcionará el coraje necesario para mantener vivo su espíritu aventurero. También podría darles la confianza suficiente para que se decidan a enfundar la espada, de manera tal que su corazón de oro y su claro potencial para alcanzar la felicidad, el éxito y la realización personal se manifiesten con todo su esplendor.
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