Las personas que nacieron el 31 de diciembre se enorgullecen de su gusto impecable, y gracias a su confianza y su carisma cuentan con una legión de admiradores. En honor a la verdad, estos individuos son unos estetas y unos idealistas, que siempre buscan la perfección. Ahora bien, como también son realistas poseen el sentido común necesario para aceptar que el mundo está lleno de fealdad.
Esta gente tiene una misión muy clara: hacer del mundo un lugar mejor y, sobre todo, más bello. En consecuencia, intentarán aportar un toque de refinamiento y estilo a los entornos donde viven y trabajan. También es posible que presten mucha atención a su imagen, cultivando su atractiva presencia, siempre aseada, pulida y presentable. Son personas muy exigentes consigo mismas y con los demás, pero lo que realmente les convierte en líderes justos, es que nunca exigirán de sus semejantes lo que ellos no puedan hacer.
Uno de sus mayores problemas es que muchas veces imponen sus conceptos de lo que es o no bello, lo que es o no correcto en una situación, al tiempo que desprecian las opiniones discrepantes o las visiones ajenas. Si no controlan esta tendencia pueden devenir intolerantes y estrechos de miras, mostrándose muy inflexibles con el gusto, las opiniones y la individualidad de otras personas. Es, pues, necesario que se recuerden periódicamente que la belleza siempre está en el ojo del observador.
Antes de los veinte años de edad, es probable que muestren una vena artística sin perder un ápice de su disciplina y sensatez características. A partir de los veintiún años su vida experimenta un giro radical hacia posiciones más independientes y menos influenciadas por la tradición. La vida les ofrecerá oportunidades para manifestar su perspectiva singular y así empezarán a desempeñar un rol importante en el embellecimiento del mundo. Cumplidos los cincuenta y un años, alcanzan otro punto de inflexión que pone énfasis en la sensibilidad y en la construcción de una vida interior fuerte. Ahora bien, tengan la edad que tengan, entrar en contacto con la intuición les permitirá entender que la belleza no es algo que se crea en una dimensión ajena a este mundo, sino que se crea, primero y fundamentalmente, en el interior.
A favor: De buen gusto, aseados, carismático
En contra: De opiniones fuertes, materialistas, superficiales
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