Las personas nacidas el 30 de Enero son muy seguras, están seguras de sus creencias y convicciones, y quieren dejar su sello personal en todo lo que hacen.
Viven según su propio código moral y siempre se ponen del lado de los más desfavorecidos o los menos privilegiados. Su fuerte conciencia social, combinada con su determinación, encanto e inteligencia, los convierte en firmes candidatos a asumir el control.
Quienes conocen a alguien nacido el 30 de Enero no tendrán duda acerca de los roles que estos individuos deben desempeñar en las cuestiones importantes. Tienen un talento natural para conciliar posturas y para unir a personas afines.
Y es que no se negarían a vivir en una comuna situada en los márgenes de la sociedad si eso les permitiese vivir de acuerdo a sus ideales.
Aunque sus certezas son consecuencia de un análisis puramente racional, también se fían del instinto. Esta habilidad para combinar la intuición y el razonamiento lógico los convierte en líderes de extraordinario talento.
Pese a que tienen fuertes convicciones y una gran confianza en sí mismos, los individuos nacidos en esta fecha suelen preocuparse y evidencian cierta propensión a actuar impulsivamente, como casi todo el mundo.
Su necesidad de conseguir la aprobación ajena puede inducirles a ocultar la verdad si con ello creen que los demás van a ponerse de su lado.
Es importante, por lo tanto, que encuentren un cierto grado de equilibrio entre la realidad y sus convicciones, y que aprendan a dirimir cuándo es aconsejable ajustarse al plan establecido con independencia de la oposición y las dificultades.
Una vez que entiendan que su determinación para conseguir el éxito, canalizada adecuadamente, siempre les ayudará a ganar, su tendencia a sufrir ansiedad y volubilidad anímica se reducirá notablemente.

Felipe VI, rey de España, nació el día 30 de Enero.
Por fortuna, a los veintiún años de edad, y posteriormente a los cincuenta y uno, su vida alcanza un punto de inflexión muy significativo del que su firmeza y su confianza saldrán reforzadas.
Quienes cumplen años el 30 de enero tienen grandes ambiciones y una fuerza de voluntad encomiable, prefieren dar órdenes antes que recibirlas, y aunque es cierto que mandar se les da muy bien, también lo es que deberían aprender a valorar las opiniones ajenas.
Una vez que hayan descubierto el poder de la humildad, y hayan aprendido a escuchar y a seguir sus instintos, serán capaces de mover montañas con su espíritu generoso y la fuerza de sus convicciones.
A favor: Generosos, abiertos, creativos.
En contra: Compulsivos, temperamentales, mentirosos.
Volver a Signo Acuario