¿Destino o libre albedrío?

Si nos remitimos a la definición exacta de los términos involucrados en este análisis, encontramos que la palabra albedrío signifgica poder para obrar por reflexión y elección (de acuerdo con la propia voluntad). Mientras que la palabra destino significa serie de causas, consideradas fatales, que producen un determinado efecto.
Con respecto a estas definiciones, no quedan dudas, libre albedrio se refiere a tener la libertad de hacer aquello que se desea, o sea, la capacidad del individuo para tomar decisiones sin que existan limitaciones impuestas por otros y, mucho menos, algún tipo de predeterminación divina, En tanto que destino está vinculado con el hecho de que algo o alguien se encarga de establecer lo que va a suceder.
Tanto la filosofía como la teología occidentales, hacen especial hincapié en la cuestión de la capacidad del ser humano para hacerse responsable de sus acciones.
Sin embargo, desde la más remota antigüedad, el hombre intentó ser, como dice el poeta, el arquitecto de su propio destino.También el hombre entrevio que existía algo que lo condicionaba, que ante determinadas circunstancias, sus objetivos se volvían inalcanzables mientras que ante otras, sus logros superaban aun sus más optimistas previsiones. Estas observaciones se fueron acumulando hasta conformar un saber que se convirtió en la brújula rectora de quienes confiaban en él.
Este saber quedó en manos de magos que se encargaban de interpretar las señales enviadas por las estrellas desde la bóveda celeste. Así, nace la Astrologia; una ciencia basada en la observación de la regularidad del movimiento planetario y de sus efectos sobre la vida de los individuos. Muchos han sido sus detractores, pero quienes se acercan sin preconceptos a esta ciencia milenaria comprueban que la Astrolo-g(a se encarga de señalar tales o cuales caminos y que los hombres poseen la decisión de elegir por cual de ellos transitar. Es, en este punto, que surge la respuesta a la pregunta: ¿nuestro destino está escrito?

Psicoastrología