Aunque alguno de ellos haya comenzado la pareja con fines materialistas, están indiscutiblemente unidos por la pasión.
Suele ser una relación bastante armónica, aunque el noviazgo funciona mejor que el matrimonio.
El Tauro se obstinará e intentará llevarte al altar, ya que prolongarse en los hijos es lo que busca como realización personal.
Si la mujer es la de Aries, desde el principio ella le hará saber al Tauro que debe estar preparado para cambiar permanentemente.
Será un trago amargo que Tauro deberá soportar para toda la vida, pero eso no será lo que a él más le importe.
La cosa se pondrá de otro color cuando ella salga de compras con la tarjeta de crédito y se produzcan discusiones que llevarán a que la Aries rompa en llanto.
Estos momentos serán particularmente aprovechados por ella para conquistar aún más a su tierno Tauro.
El asunto cambia notablemente si nos encontramos con el hombre Aries conquistando a una mujer Tauro; mal que les pese a las feministas, los roles que ocuparán ambos serán irrevocables en este encuentro.