El hombre Acuario

El hombre Acuario tiene una capacidad increíble para atraer a las personas. Con su personalidad divertida y original, atrapa a la mujer de cualquier signo. Puede reírse de ellas cuando las encuentra rendidas a sus pies. Así, reafirma su poder frente a los demás. Puede desapegarse con mucha facilidad. Por eso, rinde culto a la amistad pero no la individual, sino la colectiva. En la multitud, encuentra su seguridad. Su agudeza de percepción es notable: cada situación es analizada bajo el microscopio, cada sonrisa es procesada, cada gesto es descifrado. Si alguien hace o dice algo que él considera impropio, su tercer ojo lo advierte y lo anota en su cerebro computarizado. Sólo ama a los ángeles. Nada se le escapa con el objetivo de llegar a la verdad en todas sus formas. ¿Quieres conquistar a un personaje así?
Entonces, juega su propio juego: muéstrate como no eres. Él se morirá por saber quién es esa mujer tan esquiva y cuya íntima naturaleza se le hace tan inaccesible. Si es el elegido para conquistar ese territorio, no admitirá que otro ocupe su burbuja. La curiosidad le carcomerá el cerebro, pero no te extrañe que un día, cuando termine de conocerte, te reemplace rápidamente. Todo le aburre, por eso es que se compenetra con los detalles más insignificantes de su trabajo: para entretenerse. Nunca esperes de este hombre nada común o corriente; su manera de actuar te sorprenderá a cada instante.
Con seguridad se trata de un ser muy inteligente, pero a veces dará la impresión contraria, porque es muy distraído.
Puede llegar a preguntar las cosas dos o tres veces, porque antes de escuchar la respuesta completa, tratará de adivinarla mentalmente con hipótesis propias. Esta costumbre lo acompañará toda la vida. Su forma de ser hará que lo comparen con la simpática figura del científico loco.
Siente gran atracción por la ciencia y su trabajo nunca será rutinario. Puede incursionar con éxito en cualquier campo de la actividad humana, preferentemente los que se relacionen con el aire, como por ejemplo la aviación. Si es optimista, fabricará aviones; si es pesimista, cinturones de seguridad.
Allí donde se necesite crear, estará él, con su ánfora desbordante de ideas brillantes y siempre tendrá una fluida interacción con el mundo que lo rodea. Así también encontramos al hombre de Acuario creando en el terreno literario. Como el escritor inglés Charles Dickens que encarna un buen ejemplo de la diversificación acuariana, pues se dedicó a las más diversas ocupaciones: trabajó tanto en una fábrica de betún como en un estudio jurídico.
Puede decirse que el acuariano maneja el tiempo a su antojo. Por otro lado, resulta para él una obsesión.
Vive tanto veinte años atrás como treinta adelante.
El hombre acuariano no se compromete fácilmente, ni siquiera con sus propias ideas, que cambia cuando se le antoja. Es muy raro que el acuariano quiera unirse por mucho tiempo en pareja, por lo que te seré bastante difícil atraparlo Bloquea sus sentimientos intencionalmente. Si llega a sufrir algún fracaso en el ámbito afectivo, su respuesta será la indiferencia o la evasión. Si finalmente forma un hogar, teme perder su libertad y es capaz de enfermarse.
Para él, el mejor antidoto es una valija siempre a mano. Sus decisiones son repentinas Con este personaje, hay que estar siempre preparado para cualquier cosa. Un hombre Acuario nunca estará conforme con nada. Tú te decides a complacerlo en todo. Dejas que se coma el postre antes de almorzar, no protestas cuando se pone a bucear en la bañera, dejas que practique telepatía con la cotorra y hasta le das los hijos que quiere, pero realmente él mismo no sabe lo que necesita.
Cuando con todo eso no es feliz, entra en crisis y quiere irse. Pero, si tú decides ser la compañera que lo escuche y además lo comprenda, puede ser que recapacite y se quede. ¡Eso es amor! El hombre de Acuario no sólo puede dejar al borde de la ruta a vanas amantes, sino que a veces se abandona a sí mismo. Entonces, se pierde en la multitud, para no comprometerse con nadie, ni consigo mismo. Le teme a la intimidad y a la soledad. No sabe gobernar sus propias emociones y ni siquiera las tiene en cuenta; menos tendrá en cuenta las tuyas. Encierra sus sentimientos en una jaula, se traga la llave y cuando observa lo que hizo, llora porque debe liberarlos cuanto antes. Es ahí cuando entra en corto circuito y libera con gran nerviosismo la pena que le aqueja.
Entonces, Urano comienza a actuar con toda su potencia. Arremete contra los demás y quiere , dominar a todos. Se siente disconforme, sumamente irritable y su conducta es más excéntrica que nunca. Se transforma en el «abominable hombre de las nieves» y quiere huir hacia cualquier lugar abierto, como la cima de una montaña, con tal de llegar a las nubes de una vez por todas. Por eso, siempre realizará sus viajes en avión, preferentemente a un lugar de clima seco y frío, donde buscará el alivio refrescante de una nevada en la cara.

Signo Acuario