El empleado Tauro

Bob Dylan se preguntaba: «¿Qué es el dinero?» Y se respondía: «Un hombre tiene éxito si se levanta a la mañana y se va a la cama a la noche y en el medio hace lo que quiere hacer».
En el fondo, cualquier empleado de Tauro piensa lo mismo. Siempre va a poner el hombro cuando se lo pidan, pero eso sí, no le cambien los esquemas, el hombro que pondrá será siempre el derecho, y además, lo hará sin chistar.
Si lo llegas a ver con cara adusta, enfrascado en su escritorio, no es que esté pasando por algún problema familiar o le preocupe mucho el terrorismo mundial; ése es su estado natural.
Sea como sea, le encantará resolver su trabajo en soledad, en un cómodo sillón, y su rendimiento siempre será parejo. El empleado taurino no necesitará un escenario para exponer la calidad de un producto, pero el empeño en conseguir el objetivo lo hará triunfar al fin.
Pues, en el fondo, haberlo conseguido le dará la seguridad anhelada y, con ella, se apoltronará en su hogar para disfrutarla como un caramelo.
Este empleado bonachón, perseverante y lento en tomar decisiones, necesita estar convencido de que el producto que vende se promociona solo, tanto por su calidad (si es pesado, mejor) como por su precio competente.
Sólo con saber que a fin de mes cuenta con su dinero, se empeñará en conseguir que el negocio marche bien.

Signo Tauro