Los nativos de Libra suelen necesitar una dosis de cobalto. Forma parte de la vitamina B12, y su deficiencia genera anemia y nefritis. El cobalto, como constituyente de dicha vitamina, se encuentra en los alimentos como algas, leche, queso, huevo, carnes magras, hígado y riñon. Los librianos también necesitan de pequeñas dosis de vitamina E; vitamina liposoluble, es decir soluble en grasas o aceites, que participa en la formación de los glóbulos y en los procesos antioxidantes.
Junto con el selenio, esta vitamina participa en los procesos del metabolismo de lípidos. Su deficiencia altera el metabolismo de los ácidos grasos libres con el consecuente desarreglo de los procesos de síntesis hormonal. Los alimentos ricos en vitamina E son la margarina, las semillas y las verduras de hoja. Su deficiencia causa llagas ulcerosas en boca o lengua, manchas en la piel, dermatitis, mala respiración, irritación y falta de memoria. Para contrarrestar esto, los librianos deberán incorporar a su dieta alimentos ricos en dicha vitamina, como los cereales enriquecidos, los maníes y las carnes.
La sal bioquímica de Libra es el fosfato de sodio, necesario para mantener el equilibrio ácido-alcalino de su organismo. Se obtiene a partir de alimentos, como los espárragos, el arroz integral, los higos, las frutas secas, las fresas, la manzana, la cereza, el maíz y las almendras. La dieta de los nativos de este signo también deberá ser rica en cobre, que metabolizarán a través de lechuga, rábanos, hongos, perejil, nueces y legumbres.
Este oligoelemento participa en la formación de enzimas, en la síntesis de la hemoglobina, en la absorción y en el transporte del hierro, así como también en la formación de las sustancias que protegen el tejido nervioso.
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