Todas las cualidades de un Leo hacen que soñemos con conservar su amistad.
La nobleza y el afecto que nos brinda, la fidelidad y la franqueza con que se dirige hacia nosotros, son lo menos que podemos pedir de un amigo. Si eres un ser influyente, un presidente, un magnate o un famoso, tratará de cultivar la relación a todo precio.
Te respetará, no por hipocresía, sino porque todo eso es lo que busca para él. Se proyectará hacia ti y te venerará toda la vida. Si eres como nosotros, gente común, tú serás el que lo venere, le dé la razón y hasta le bese los pies.
Él, a cambio, pondrá su corazón en tus manos. Debes brindarle un ambiente acogedor para pasar ratos agradables en su compañía, si es posible con aire acondicionado y música ambiental.
Por lo tanto, ¡no lo recibas en la cocina! Los bizcochos que le ofrezcas sazónalos con halagos sobre su persona y úntalos con cobertura que lo infle de orgullo, pues se lo merece por su inteligencia y su lealtad.
Aliéntale sus sueños, que compartirá contigo con entusiasmo. Cuando lo necesites, estará a tu lado, dándote confianza e insuflándote fe. A la hora de demostrarte cariño, lo hará sin retaceos, expresándolo de manera tangible y generosa.
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