El jefe Géminis

Aunque parezca muy jovial y poco serio, un jefe de Géminis es digno de confianza.
Este signo tiene la particularidad de disimular su potencial bajo un manto de adolescencia perenne. No es sólo su apariencia lo que nos recuerda a un adolescente, sino también su proceder.
Así que ¡a no faltarle el respeto! Porque aunque parezca un tonto inconstante, cuando lo lleguemos a conocer, descubriremos su enorme capacidad de trabajo. Este joven con experiencia tiene la mala costumbre de cambiar de opinión como de corbata, y, así y todo, todas sus ideas son dignas de consideración. No podemos dejar de reconocer lo que afirma: siempre tiene razón.
Nada de apoltronarnos en la silla. Debemos aprender, como él, a trasladarnos, papeles en mano, con patineta. Ya lo habremos observado: a cada rato trae un nuevo proyecto y emprende una y otra vez la reorganización general de la oficina.
Él mismo se encargará de que mejoremos nuestro diálogo con otros empleados, aunque nuestras tareas estén completamente desvinculadas.
Lo principal, para él, es la comunicación. Le encantará que tomemos la iniciativa de mandar mails a todos los departamentos de la empresa informando los detalles del día del amigo invisible.
La incertidumbre respecto de su personalidad será una constante. Él siempre pretenderá confundirnos, especialmente cuando le convenga.

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