Carácter y fisonomía de Géminis

Nunca sabremos qué edad tiene un Géminis. Nos asombrará cuando veamos la cara lozana, casi adolescente de un abuelo de este signo. Es que estas características físicas se potencian gracias a los rasgos del carácter, que lo hacen espiritualmente joven y ágil. Los gemelos casi nunca son gordos, porque permanecen saltando de una cosa a otra como una mariposa. Sus ojos llaman la atención por su vivacidad: se mueven siempre y son muy expresivos. Su cabeza es pequeña y de forma triangular, sostenida por un largo cuello.
El corte de su cara es delgado y termina en punta hacia el mentón. Su nariz suele ser larga y derecha, y se asemeja al pico de un pájaro. Las orejas no son grandes y su frente siempre es ancha y despejada. Por lo general, su cabello no es abundante, los hombres suelen quedar calvos desde muy jóvenes. Los Géminis no son muy altos; su estatura es mediana. Otro rasgo que los caracteriza son sus brazos, por lo general largos, y sus manos grandes y expresivas.
Su eterna sonrisa también es característica de su personalidad pues, como en los adolescentes, para ellos la vida es un liviano transcurrir. Géminis viste con sencillez, pero con variedad, con imaginación y sin mucho romanticismo. Lo veremos casi siempre de pantalones jeans, zapatillas, remera o camisa suelta, con colores vivaces pero no llamativos.
Los gemelos tienen dos caras. Serán un personaje diferente en cada lugar. Así, agradarán a todos. Las armonías y las harmonías son mucho más frecuentes en Géminis que en otros signos, por su cualidad dual. Quizás, a menudo convivan ambas. Géminis es un camaleón que cambia de opinión con toda facilidad.
Puede equivocarse al elegir a sus amistades. Se hace la ilusión de que a su compañero le sobran virtudes. Sin embargo, si llega a descubrir que se equivocó, no se preocupará: dará media vuelta alegremente e irá en busca de otras conquistas. Hará como el médico griego, Hipócrates, que cuando fue convocado para frenar una epidemia que diezmaba al ejército persa respondió, sin sufrir ninguna «crisis de conciencia», que el honor le impedía socorrer a los enemigos de su patria. Así, el Géminis no se detiene a evaluar las decisiones tomadas. No sabe qué hacer para cambiar la realidad que le pesa. El Géminis trata de hacer volar su mente «hacia otros mundos» para que no le gane la emoción. Es la forma que tienen los gemelos de asumir sus errores.
Desea fervientemente atrapar con sus ojos todo lo que lo maravilla, pero siempre se le escapa. En cierto modo, es como un gato cuando juega con el ovillo de lana: él mismo lo impulsa para que se aleje, excitando sus deseos de volver a atraparlo. Nunca se va a detener a pensar cómo lo haría; lo quiere y eso le basta. Como todo signo de aire, Géminis tiene su fuerte en la comunicación. Este signo está ligado a los estudios y a las ideas, tratando de conectar todos los pensamientos entre sí. Es imposible pedirle a un gemelo que nos escuche en una reunión o que tome partido por algo, pues está siempre con la mente en otra cosa. Lo más aconsejable será dejarlo libre para que él mismo pruebe sus posibilidades. Abarca más de lo que puede y en cualquier momento dejará plantada una carrera para dedicarse a otra cosa.
Presionarlo es el peor camino. No es alguien que pueda poner muchas energías a largo plazo. Sus tareas deberán ser cortas y con períodos de descanso mental.

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