Capricornio y Aries son ambiciosos, pero el camino que utilizan para llegar a la meta es muy distinto.
Aries busca siempre el beneficio personal, con la iniciativa que le falta al Capricornio. Capricornio persigue un alto objetivo, pero con la calma, la cordura y el desapego que le falta al ariano. Si estos dos signos llegaran a unirse, podrían hacer una buena sociedad.
En una unión amorosa, la diferencia de caracteres los llevará a la incompatibilidad, salvo que alguno de los dos tenga elementos de fuego o de tierra en sus respectivas cartas natales.
Si el Aries espera que la Capricornio gaste junto a él sus energías, quedará siempre insatisfecho. Cuando un Capricornio no se decide a conquistar a una Aries es porque ha relegado su instinto bajo el dominio del intelecto.
Ella le contará a su amiga que esperaba que el capricorniano la hubiese llamado para salir, aunque lloviera a cántaros. Esto hubiera sido para la ariana fantástico, inquietante y maravilloso. Así como refugiarse juntos bajo un precario techo de la vereda y besarse apasionadamente. Pero, en vista del mal tiempo que se avecinaba, él prefirió seguir estudiando.
Aries busca siempre el beneficio personal, con la iniciativa que le falta al Capricornio. Capricornio persigue un alto objetivo, pero con la calma, la cordura y el desapego que le falta al ariano. Si estos dos signos llegaran a unirse, podrían hacer una buena sociedad.
En una unión amorosa, la diferencia de caracteres los llevará a la incompatibilidad, salvo que alguno de los dos tenga elementos de fuego o de tierra en sus respectivas cartas natales.
Si el Aries espera que la Capricornio gaste junto a él sus energías, quedará siempre insatisfecho. Cuando un Capricornio no se decide a conquistar a una Aries es porque ha relegado su instinto bajo el dominio del intelecto.
Ella le contará a su amiga que esperaba que el capricorniano la hubiese llamado para salir, aunque lloviera a cántaros. Esto hubiera sido para la ariana fantástico, inquietante y maravilloso. Así como refugiarse juntos bajo un precario techo de la vereda y besarse apasionadamente. Pero, en vista del mal tiempo que se avecinaba, él prefirió seguir estudiando.
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