Hijos Cáncer

Es el que logra el aprecio de sus padres, siempre y cuando ellos lo recompensen con mimos, abrazos y gestos de aprobación permanentes. Si hace alguna travesura y sus padres se lo hacen notar, reaccionará con mutismo, antes que con abierta agresividad. Buscará su osito de peluche o su almohada, y llorará a escondidas. No le atraen las reuniones ruidosas entre niños; preferirá esconderse detrás de su madre, observando cómo se desarrolla la vida de los otros, con apariencia apática, sin intervenir.
Es un hábil escondedor de emociones. Por eso, cuando explota, puede ser muy agresivo con sus compañeros. A decir verdad, está peleado consigo mismo y cuando eso ocurre, el sufrimiento interno es muy grande. Tal es el caso de La Fontaine, cuya madurez literaria fue tardía: le llevó treinta años redactar sus cuentos. Se lanzó a escribir sus famosas fábulas cuando el racionalismo estaba de moda entre los intelectuales.
Su obra se basaba en la naturaleza y en lo antiguo, rasgos característicos de Cáncer. Escritas con un lirismo excepcional, retratan la vida mediante animales personificados, con un agudo sentido de la observación.
Grandes escritores pertenecen a este signo: Ernesto Sábato, Ernest Hemingway, Luigi Pirandello.
La capacidad artística de los cancerianos puede plasmarse en un estilo romántico. También en el impresionismo han encontrado una técnica apropiada para expresarse. Podemos nombrar a varios pintores de este signo, por ejemplo, Rembrandt, Marc Chagall, o Edgar Degas. Un Cáncer nunca olvidará una ofensa, pues aprendió a defenderse de su propio inconsciente.
Muchas veces lo encontraremos, hilvanando largos silencios que lo llevan a aislarse de los demás. El futuro lo atormenta y el pasado lo transporta. Ahora, si lo ves un poco acartonado o malhumorado, sabrás que la coraza del cangrejo está protegiendo su delicada maquinaria de relojería. Lo encontrarás ensimismado en sus propios pensamientos, buscando en su imaginación un tiempo paralelo que lo acompañe.