Sobre Acuario

Si bien se trata de un ser muy complejo, se lo puede reconocer de un modo muy simple: gracias al tercer ojo que tiene en la frente. Si te esfuerzas y no logras verlo, quizá seas un taurino o un virginiano. Puedes mirar al cielo y ver a miles de aguadores que llegan a su trabajo en para-caídas. Jamás llevarían una valija y, como son muy prácticos, sus pantalones estarán llenos de bolsillos de todos los tamaños. Otra manera de reconocer a un acuariano es mirando atentamente la puerta de salida de un tren recién llegado. Mira cómo caminan los pasajeros que se bajan, ¿observas sus pies? Si entre la multitud de pies apresurados encontraras dos manos, seguramente son las de un acuariano. Las casas de estudios también están llenas de acuarianos. Un profesor nativo de este signo saltará de capítulo en capítulo y su discurso no tendrá ilación alguna.
Es muy humanitario, que no es lo mismo que considerado. Es el caso del zar de Rusia, cuando le decía a los esclavos que los haría libres si hacían lo que él quería. En realidad, para sintetizar, digamos que son seres extraños.
Si en la época en que vive, la moda es andar con el cabello enrulado y corto, el acuariano lo llevará lacio y largo.
No podemos decir que tenga una manera de vestir determinada, porque le sentará bien lo exótico o estrafalario. Más fácil es adivinar «lo que no se pondría encima: un frac o ropa ajustada. Igualmente, puede ser elegante, hasta cuando se viste con un traje de astronauta. Resulta complejo! reconocer a simple vista a un acuariano por sus rasgos fisonómicos. Su estatura es media y su cuerpo nunca es pesado, apoyado en piernas largas y delgadas. Como posee una inteligencia extraordinaria, su cabeza es proporcionalmente grande en relación con el resto del cuerpo. Llaman la atención sus ojos y su frente, generalmente amplia. En sus formas generales, prevalece el cuadrado, especialmente notable en su maxilar inferior, zona de la voluntad. Revela una notable propensión a hacer las cosas a su modo y una actitud de «siempre listo» para correr cualquier riesgo que se le presente. La mujer suele remarcar su costado excéntrico con la ayuda de la cosmética. Será la más imaginativa a la hora de elegir con qué atuendo mostrarse ante el mundo, según las circunstancias. Los accesorios que resalten su naturaleza extraña, son sus preferidos. Se animará a llevar el cabello poblado de trencitas o teñido con los colores más estridentes. Los hombres muestran su desparpajo en el plano de las ideas, quizás las más avanzadas para su época.
Acuario posee un cierto desapego afectivo. Como son extremadamente humanitarios, resultan muy queribles y su magnetismo es tan «potente» que se nos prenden como abrojos en el corazón, pero sabemos que, indefectiblemente, debemos amputarlos en algún momento, con corazón y todo.
Son extremadamente imprevisibles: un día te saludan y otro no. Puedes ir a cenar a su casa, pero de ninguna manera pienses que eso te da derecho a considerarte su amigo.
Será afable tanto con el embajador como con el barrendero, pero con los dos pondrá su distancia, aunque puede ser benefactor de ambos. Los acuarianos son sumamente creativos y llevan sus inventos en la mochila. En alguna medida, los aguadores se parecen a los leoninos, por su majestuosidad y su orgullo. Una madre acuariana puede dedicar su vida a los hijos, pero como es muy amante de la independencia, logrará criarlos con el equilibrio que supone una buena educación. Su mente y su cuerpo son casi invisibles, como son las ondas que ellos mismos producen y también reciben en forma telepática. Pueden leerte los pensamientos y entender enigmas indescifrables para la mayoría de la gente común. Son capaces de inventar artículos revolucionarios, como Edison, que ideó el fonógrafo, precursor de la radiotelefonía, y la lámpara de incandescencia, precursora de nuestra iluminación actual. Genio y locura pueden coexistir en la mente de un acuariano. Tanta libertad para descubrir lo invisible, hará que su mente pierda la noción de los límites. Quizás pueda decir como Samuel Beckett que:

Todos nacemos locos. Algunos siguen siéndolo toda la vida.

Acuario es el que más conoce al ser humano. Siente compasión por sus prójimos e intuye la verdadera profundidad de la condición humana, con todas sus grandezas y miserias. A veces, se pone melancólico y quiere renunciar a esta cruel revelación. Si piensas hacer un cambio radical en tu vida, es porque «te atacó» Urano con su fuerza repentina.
Así, la mente de un Acuario se abre a cada instante para dirigir sus antenas hacia el cielo. Realizará los cambios que se propone y en ese momento se sentirá dueño del mundo.
Suele tener razón en sus afirmaciones, pues tiene un tercer ojo que le permite ver cosas que otros no verían, ni siquiera con ayuda de un microscopio electrónico.
Gracias a su idealismo, lleva a cabo sus aspiraciones y esperanzas. Por su innato sentido de libertad, es posible que se lance a la defensa de causas nobles.
En esos casos, es el revolucionario que se adelanta a la opinión común, por ser un intuitivo librepensador.
Maneja muy bien el pensamiento abstracto. Por eso, entrega su vida a la ciencia y al arte, pero desde la teoría y la reflexión. En lo afectivo, es desapasionado. Una característica saliente es el desinterés por el dinero, pero sabe generarse sus propios recursos, aunque no sea afecto al mundo de los negocios. Sus ingresos son muy irregulares. Su interés en la vida no es lograr el éxito y la gloria, sino vivir en el límite de sus emociones.

Signo Acuario